Evaluación Formativa: retroalimentación para la autorregulación
diciembre 21, 2020La retroalimentación consiste en devolver al estudiante información que describa sus logros o progresos en relación con los niveles esperados para cada competencia. Esta información le permite comparar lo que debió hacer y lo que intentó lograr con lo que efectivamente hizo. Además, debe basarse en criterios claros y compartidos, ofrecer modelos de trabajo o procedimientos para que el estudiante revise o corrija
Permite a los docentes prestar más atención a los procedimientos que emplean los estudiantes para ejecutar una tarea, las dificultades y avances que presentan. Con esta información pueden ajustar sus estrategias de enseñanza para satisfacer las necesidades identicadas en los estudiantes y diseñar nuevas situaciones signicativas, replantear sus estrategias, corregir su metodología, replantear la manera de relacionarse con sus estudiantes, saber qué debe enfatizar y cómo, entre otros, de modo que permita acortar la brecha entre el nivel actual del estudiante y el nivel esperado.
Según el Diseño Curricular de la Educación Básica la retroalimentación que moviliza es la que es compartida con los estudiantes. La retroalimentación de la enseñanza también es relevante y debe realizarse en coordinación con lo anterior.
Retroalimentación formativa
Descriptiva (no correctiva)
Brinda apoyo
Oportuna (en el tiempo)
Específica
Creíble y genuina
Centrada en el trabajo del estudiante
Ayuda: Retroalimentación sobre la calidad del trabajo, del proceso y las estrategias empleadas son las más efectivas.
Ayuda: Retroalimentación que destaca las estrategias de autorregulación y las habilidades de los aprendices y los motiva a darse cuenta de que pueden mejorar su aprendizaje si inviertan el esfuerzo y la atención.
No ayuda: Retroalimentación que incluye comentarios personales, por ejemplo: “Qué inteligente!” o “Eres capaz de más”.
Entregada de forma oportuna
Retroalimentación inmediata cuando se trata de hechos, informaciones específicas (correcto/incorrecto).
Retrasar la retroalimentación un poco cuando se comenta cómo piensan los alumnos (sobre sus procesos cognitivos más ampliamente concebidos).
Nunca postergar la retroalimentación cuando darla podría ayudar a los estudiantes a progresar en su aprendizaje.
Retroalimentar todas las veces que sea práctico hacerlo, y para todas las tareas importantes.
Orientaciones y sugerencias para la retroalimentación formativa
Prácticas a realizar
Enfocarse en la tarea, no en el estudiante.
Con sugerencias concretas de cómo progresar.
Describir y elaborar más que veri‑car y corroborar.
Explicar el qué, cómo y porqué del problema cognitivo.
Ser específico y claro, relacionar la retroalimentación con los objetivos.
Proveer retroalimentación objetiva, sin sesgos.
Formular retroalimentación para estimular una mentalidad y cultura de aprendizaje: el esfuerzo da frutos, los errores también.
Prácticas a evitar
Proveer retroalimentación que desalienta a los estudiantes o que amenaza su autoestima.
Usar elogios o alabanzas.
Interrumpir al estudiante en el momento en que está comprometido con lo que está haciendo Comparar normativamente a los estudiantes (hacer rankings)
Enfocarse en el ego o en la persona.
En relación con los estudiantes
Estudiantes con alto rendimiento: retrasar la retroalimentación.
Estudiantes con bajo rendimiento: retroalimentar inmediatamente, sobre todo para tareas difíciles.
Estudiantes con bajo rendimiento: usa retroalimentación directiva o correctiva y orientación explícita durante el aprendizaje.
Estudiantes con alto rendimiento: usar retroalimentación que los desafía, proveer pistas, preguntas, etc.
Tipos de retroalimentación
Retroalimentación evaluativa: Premios y castigos
Esta ha sido la manera más tradicional con que hemos sido evaluados. Algunas muestras de premios y castigos son calcomanías o stickers que se pegan en la libreta o cuaderno al alumno y alumna, salir antes a recreo o dejar castigado, cambiar de asiento (separando amigos), mandar a la dirección, amenazar con llamar a los padres. Se trata de medidas concretas. Por ejemplo, “mientras más nos demoremos, más tiempo nos quedamos a la hora de almuerzo, les sugiero que se apuren en terminar” o “si no se callan, doy el tema por terminado y entra en la prueba de la próxima semana”.
Retroalimentación evaluativa: Aprobación y desaprobación
En este tipo las expresiones verbales y no verbales muestran que el trabajo o respuesta del estudiante son bien o mal considerados por el docente, sin más información que esa. La retroalimentación se restringe a comunicar hasta qué punto el desempeño se considera satisfactorio o no. Por ejemplo, “¡bien hecho!”, “¡excelente!”, “¡estás mejorando realmente!”, vistos buenos o cruces en las pruebas, calificaciones o subrayar errores.
Retroalimentación descriptiva: Especificando el logro o el modo de mejorar
En este caso la retroalimentación entrega información sobre qué hace que el trabajo sea bueno o satisfactorio o sobre qué le falta para mejorar. Comunica los criterios y el modo en que estos se han alcanzado o no. Por ejemplo, “esto está bien, rotulaste los ejes del gráfico y la distancia entre los números es equivalente” o “no necesitas poner todos los números en el gráfico, puedes ir de dos en dos por ejemplo, 2-4-6, si no necesitas hacer un gráfico demasiado grande”; o “en este caso la oración es demasiado larga. Usa punto seguido”, “usa sinónimos y consulta el diccionario para no repetir palabras y usa un vocabulario más formal”.
Autorregulación
La autorregulación del aprendizaje es un proceso centrado en la generación de pensamientos, sentimientos y acciones, planeadas y sistemáticamente adaptadas para lograr las metas personales.
Para este tipo de aprendizaje, es necesario un feedback realizado por parte del profesor o de una persona instruida en la tarea, para promover los procesos necesarios de reflexión, revisión y optimización de los significados construidos. Con esto, se evita que el aprendiz vuelva a cometer ciertos errores orientando lo así en la buena dirección.
El feedback inmediato hace que el aprendizaje sea más significativo y motiva a los estudiantes. De esta forma, los resultados son más eficientes ya que los errores y las falsas creencias de los alumnos pueden ser corregidos de forma más rápida. El feedback, por tanto, puede ser de dos tipos: interno y externo. El interno proviene de uno mismo, y en externo de otras personas como los padres o los maestros. Para lograr la autorregulación del aprendizaje el feedback debe ser cada vez más interno. Cabe destacar, que este tipo de aprendizaje, exige un feedback sin el cual no sería posible aprender. Este tipo de retroalimentación requiere un esfuerzo por parte del alumno así como tiempo y práctica.
Veamos el siguiente video explicando a fondo la estrategia de autorregulación.
Nos vemos en la siguiente publicación.
1 Comentarios
Felicitación por el blog educativo, es exacto para esta situación, donde el aprendizaje es remoto, así que la información presentada es de suma importancia, gracias por hacer más ligero y de calidad la información.
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